domingo, 16 de mayo de 2010

Honor a los bares de abuelos.



Me encontraba el pasado viernes en Lloret de Mar, en un clásico bar de abuelos, tomando algún quinto, observando los toros en la pantalla, degustando alguna rica tapita, de risas y cachondeo entre amigos, y observando la cara de felicidad del camarero al ver como la juventud sube con fuerza y mantiene intactas las viejas tradiciones bodeguiles, cuando me acordé de este artículo y decidí que tenía que compartirlo con todos vosotros. Espero sea de vuestro agrado, y recordad, un bar sin tapa y sin olor a Ducados, ni es bar, ni es ná.

"Antes de convertirse en un artículo casi de lujo, el berberecho era uno de los aperitivos más populares en las tascas, bodeguillas y humildes bares de pueblo. No es que tenga interés en ponerme a hablar de la trayectoria del berberecho, pero el otro día me sorprendió ver el caro precio actual de una puta lata de este pequeño manjar.
Me vino a la cabeza rápidamente esos bares a los que te llevaban de crío y donde el olor a Ducados y vino de pitarra se mezclaba con el sonido aturrullador de las roncas voces que porfían, el golpe de las fichas de domino y las risas desahogadas del que ha acabado la jornada. …Como nos gustan estos bares amigos!! Es encantador irrumpir en ellos de buena mañana, ya sea a tomar la cerveza del mediodía, o llegar de empalmada tras una noche de callejeo y descontrol. En estos bares donde paran nuestros mayores y que a pesar de las pintas que lleves, parezcas, o no, un criminal, un peligroso garrulo de barrio, eres recibido como un amigo y un “Que tal muchachos? Que vais a tomar?”
Son esos bares que te embriagan con la comodidad del poder expresarte libremente y en el tono que te salga de los huevos. Son esos bares donde aligeramos por un momento nuestra carga social y ponemos a caer de un burro a la castrada clase política del país, arremetemos contra la jodida inmigración ilegal y donde ponemos en su sitio a todos esos empresarios y judíos propietarios, dueños de sucursales, que juegan con los sueños de las familias. En esos bares donde hay plena complicidad entre el jubilado, el obrero y el borracho del barrio, participando juntos de una misma conversación: “Los españoles primero!”. Esos bares, en definitiva, donde se respiran viejos valores y tradición. Donde el canalla, el trasnochado y el abuelo se dan la mano. Aquellos donde el zapato aún se viste con calcetín blanco y se escupe en el suelo contra el mundo moderno, el burgués, el progresista y el niñato adinerado.
ODIO ETERNO A LOS BARES de MODERNOS!
BERBERECHOS! PITARRA! REVOLUCION!"

Extraído de www.elespiritudel79.blogspot.com

6 comentarios:

  1. qué razon tienes...se ha perdido el viejo concepto de bar y su esencia. El auténtico y genuino bar español, mezcla de tabaco negro, palillo y sudor, con algún que otro azulejo churretoso; su calidez y cercanía, para convertirse en locales impecables donde el camarero huele bien y un televisor de plasma acapara toda la atención.

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  2. Esos baretos alcalainos...
    ;)

    Me ha gustado esa reflexión!
    Un beso!

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  3. Suscribo al 100% todo lo escrito. Verdades como puños; dónde estén los bares tradicionales...
    Un saludo!

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  4. Q gran artículo si señor. Sinceramente d lo mejor que has escrito loco!! La verdad es que bares como el del otro día de Lloret van quedando menos, y los q quedan los tienen los chinos...

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  5. Sr. Arquero, me contragula saber que le ha gustado mi artículo, y más me congratula que diga que ha sido el mejor que he hecho, teniendo en cuenta que no lo he hecho yo, simplemente me he limitado a pegar... Esto me dará fuerzas para seguir escribiendo. Un caluroso saludo.

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  6. Ya decía yo... así tb hago yo blogs tete!!

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